lunes, 19 de diciembre de 2011

Cadenas

No quiero estar encadenada ni un momento más.
Alguna vez han mirado atrás preguntándose cuántas vidas pueden llegar a destrozar con tan solo una palabra?
Pues bien, hace un par de días estuve recordando todas las cosas que algún día alguien me dijo, pensó o hizo, traté de recrearlas tal y como fueron, traté de imaginar lo mucho que en ese entonces me dolieron, cada lágrima y cada gemido, cada miedo y centímetro de dolor y simple y sencillamente...no pude con eso, no tuve menos que estallar en llanto y sentir mi corazón explotar.

Cuando por fin pude volver a mí y calmar mi agitada alma no podía creer el daño que habían hecho en mi vida. Es imposible creer que hay momentos en que sin siquiera quererlo uno destroza vidas completas y deja espíritus enteros sufriendo.

Es increíble pero a veces la sociedad parece entrar en complot para acabar con los ideales de la gente, crear tretas gigantescas a las que uno no consigue más que caer y sumirse en el absurdo lodo en el que ella te obliga a enterrarte.

Cuántas veces han mirado atrás y han sentido rabia consigo mismos por no haber luchado por lo que querían, por lo que creían y realmente deseaban únicamente por no quebrantar esquemas que desde niños nos han hecho creer tan necesarios para una buena convivencia?

Pues bien, de aquellos sentimientos de frustración que existen en cada uno no podemos culparla a ella, los únicos responsables, lamentablemente me toca aceptar que es así, somos nosotros, no por haber creído en lo que nos han dicho, no por habernos abstenido en aquel momento sino por haber fingido que nada pasó después de haber cometido el error y darnos cuenta de lo mal que hicimos, por sentir el dolor creciente en nuestro interior y aún así repetir nuestra falla sin la más mínima consideración con nuestro ser, por actuar teniendo en cuenta aún a aquella voz en nuestra cabeza que impía, por atacar nuestros sueños, trata de alzarse en nuestra contra y evitar nuestra felicidad a cambio de algo de orden esquemático y paz para aquellos absurdos inquisidores a favor de una teología anticuada, vacía en insipiente que nos trata de atar.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El dulce beso de la muerte


A Dark Angel comes to me...
Mis párpados pesan, mi voz tiembla,
Mi corazón se estruja y mi alma llora a alaridos.
Tendida en la cama y con el corazón sangrando
Me pregunto si merezco tu adiós,
Grito al cielo por una respuesta, ruego al infierno por un favor,
Pero el silencio me supera,
Esta oscuridad nubla mi vista y apaga mi voz,
Ya no me queda otra salida,
La que se despide ahora soy yo.

Las tinieblas llenan mi habitación
Mientras espero a mi ángel desolador:
Baja del cielo como una luz, combate contra el fantasma de tu voz,
Debo estar perdiendo la razón,
O tal vez la tibieza de su piel esté perturbando mi ser.

Es un pecado, yo lo sé, pero el sabrá entender,
El veneno de su recuerdo desgarra mi conciencia,
Es más grande que mi fuerza toda esta tristeza.

De rodillas frente a él le ofrezco mi ser,
Sus alas como cuchillos cortan mi piel,
Mi sangre se derrama... sus labios me expían, me llenan de fe,
Mi vida comienza a desvanecerse al igual que él,
La luz escapa, la oscuridad vuelve a aparecer,
Me sorprende lo efímero de esta dolencia,
Ahora ya ni siquiera me importa su ausencia,
Ya no tengo pasado, ya mi ser no pena,
Tus recuerdos desaparecen mientras mis ojos se cierran.

¡El éxtasis de un alma evanescente!

¡La dulzura del beso de la muerte!

domingo, 27 de noviembre de 2011

Kerlin y Alejandro

Alejandro
Caminó un par de segundos entre la espesa niebla hasta sentir que sus piernas tenìan la fuerza suficiente para correr nuevamente, entonces continuó.

Alejandro frenó en seco cuando la vio en frente, su rostro habìa pasado dle màs intenso rojo por la fatiga a uno casi tan blanco como el suyo, trató de voltear para huir hacia el otro lado de la estación pero también estaba allí , miró  fijamente sus ojos negros aterrorizado mientras la oía reír complacida.

Lanzó un golpe con su diestra hacia su rostro al tiempo que gritaba desesperado, no sabía qué era ella pero estaba en todo lugar, no sabía desde hace cuánto lo había estado siguiendo pero estaba realemnte asustado, ella tomó su mano a una velocidad que nadie hubiera podido percibir y le propinó un leve golpe en el estómago que lo envió contra la pared junto a una cabina, el joven desesperado se avalanzó hacia el teléfono y marcó a la central pero antes de que pudiera hablar ella lo levantó haciendo  presión en su abdomen mientras él rugiendo luchaba por respirar.

-Buenas noches, central, algún problema?

Solo ruidos.

-Buenas noches, central,algún problema?

Un rugido de terror y dolor se dejó oír al otro lado de la línea así que la encargada envió a una patrulla de inmediato a la estación del tren.

-Qué quieres de mí?, ¡Suéltame ya! - su voz era gutural y casi inaudible pero para ella no habìa perdido su encanto - ¡Maldición, bájame ya! - su tono era el de más profundo odio.

La sireana de un auto de policía se dejó oír sobre los escalones de la entrada, el chico suspiró de alivio o almenos lo intentó hasta que un ataque de tos por asfixia lo detuvo.

-Tendrás qeu soltarme - dibujó una sonrisa más de triunfo que de paz mientras ella lo dejaba caer en el suelo.

Su rostro golpeó contra la fía baldosa blanca pero era un alivio sentir el suelo, ella no era más alta que él, un metro sesenta y cinco, sesenta y sieta talvez y delgada, si no la hubiera conocido en esas condiciones quel cabello blanco le hubiera fascinado en lugar de cuasarle tanto pánico, el punto es que no se explicaba como había hecho para alzarlo a él: un joven apuesto de 23 años, cabello negro, ojos azules, un metro ochenta y dos de alto y un cuerpo que aunque fornido y musculoso, bello, pensó.

Se levantó tratando de encontrarla con al mirada, nada. Los policías comenzaban a ingresar en la estación, pidía ver sus pies. Tratando de encontrarla con la mirada, nada. Los policías comenzaban a ingresar en la estación, podía ver sus pies. Trató de correr hacia ellos per no lo logró así que arrimado a la pared fue caminando hacia donde estaban, los podía ver, era cuestión de segundos para entrar en su rango de visión; uno de ellos se volteó mientras avisaba al otro de alguien en la oscuridad, Alejandro se dejó caer sobre un banco mientras alzaba la mano para que lo vieran, los uniformados corrieron hacia él pero antes de que pudieran lleguar ella lo tomó del cuello y juntos desaparecieron en la oscuridad.

El joven exhausto de forcejear se rindió a que ella lo llevara y entraron a una mansión con tal rapidez que aún cuando se le permitiera escapar no recordaría ni cómo regresar a la puerta principal.

Ella lo soltó repentinamente y cayó boca abajo pero esta vez sobre una suave cama con cobertor de terciopelo rojo, una delicada sinfonía de Mozzart y un ramo de orquídeas sobre un escritorio de caoba café oscuro.

-Hu!... Hu!... Hu!... - estaba ofuscado - Qué quieres de mí (?)!

Ella lo miró irónica y rió.

- ¡Déjame salir! - se arrojó sobre ella tratando de derribarla pero sin siquiera perder el equilibrio lo empujó fuertemente rompiend un jarrón con su cuerpo.

Alejandro se levantó presionando su brazo temeroso de morir desangrado.

-¡Tienes que dejarme salir! - ella no lo regresó a ver - ¡Vamos!, ayúdame, me cortaste una arteria, ¡voy a morir! - se volteó y miró con indiferencia su llanto - por favor

-¿Qué? - era la primera vez que la oía hablar, tenía una voz hermosa, anto que por un momento olvidó su herida - ¿Qué?
-Por favor - contestó entre sollozos.

Ella se acercó y lo tomó del brazo
- Gracias, gracias - la joven bebió toda la sangra que brotaba por su brazo hasta limpiarlo completamente, luego lamió la herida.

Alejandro estaba petrificado, ella se alejó sonriéndole.

-¿Qué demonios te sucede?
-Esa no es la pregunta correcta
-Déjame ir...
-¿Ir?, ahora (?), vamos!, ¿en verdad quieres irte?

No respondió, ella lo había asustado, sí... pero quería saber más.

-Ha!, eso creí, no podrías irte sin saber, po reso te elegí; sonríe, es un cumplido
-Hubiera preferido que no lo hicieras
-Huh.. que desepción, creí que al fin había encontrado al correcto, lástima que tengas que desaparecer, eras   lindo - sonrió nuevamente
-No, no entiendes, es sol oque no quiero morir, tengo que ir a un hospital
-Mira, tienes dos opciones, la primera: salir y morir en la ignoracia y la segunda: quedarte, comprender todo lo qeu tengo para mostrarte y leugo si...
-Podré irme a curar

Sonaba como un niño pequeño que trataba de aferrarse a cualquier esperanza.

Patético

-Luego morirás, en ambos casos morirás, yo te mataré
-¡Oh, vamos!, no es justo, ¿acaso no ves mi brazo?
-Acaso tú no lo ves (?)

Regresó la mirada. Nada. Era cmo si jamás se hubiera cortado.

-¿Qué eres?
-Pregunta obvia, prueba otra
-¿Quién eres?
-Kerlin
-Kerlin (?)... ¿De dónde eres?
-De un lugar que existía antes de que los sitios tuvieran nombres.
-¿Qué edad tienes?
-Más de la que te podrías imaginar
-¿Quinientos años?
-Jaja, te estás burlando, verdad (?)
-Lo siento, ¿doscientos?
-Ahora me insultas (!)
-¿Qué? - no entendía
-Más de cienco mil Alejandro, tengo mucho más de cinco mil años
-Wow... entonces, eres tan ágil como un gato, más rápida qeu el viento, más bella que la luna y más vieja que la biblia... Eres...Un vampiro
-Un poco lento, ¿no lo crees?, debiste adivinarlo cuando te abordé ne la estación
-Sí, lo supuse, es solo que estaba un poco turbado - mintió
-Ajá - sarcasmo - y.... ¿Todavía quieres irte?
-No... si voy a morir, prefiero hacerlo sabiendo
-Me alegra , bien,  esta va a ser tu casa, me aseguré de que sea agradable... Para tí - la miró curioso - ¿No te gusta?
-Sí, me encanta, es solo que pensé que acabarías conmigo
-No, dije que morirás, y lo harás, jamás dije que te acabaría, decidiste quedarte y cumpliré
-Osea que...
-¿No entiendes verdad?

Negó con la cabeza

-No es necesario, eso lo puedes hacer después.

Se acercó a él con rapidez y mordió su cuello tomando su sangre casi hasta desangrarlo, lugo lo soltó y lo colocó sobre la cama suavemente sosteniendo su cabeza.

-Huh... ¿Por qué no acabas conmigo?
-No quiero acabar contigo, ese jamás fue mi objetivo
-Me duele, no puedo respirar...
-Pronto pasará
-Mátame, no lo arges más, por favor - sus ojos se llenaron de lágrimas en una mezcla de dolor y temor
Kerlin
-Lamento decírtelo pero tu muerte se prolongará un par de horas - desgarró su muñeca con los dientes y la acercó a su boca - bebe precioso, bebe y el dolor pasará.

Alejandro bebió hasta que Kerlin tuvo que alejarlo a la fuerza de su brazo por el riesgo a que la mate.

-Sigh* - me duele
-¿Todavía?
-Sí, puedo respoirar pero me duele el estómago
-No te preocupes, dolerá mientras respires, pronto ni lo sentirás.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El infierno de tu adiós

Siento llegar la desesperación con el lúgubre adiós de tu voz,
No diré que moriré sin tu amor,
¿Pero qué clase de vida es cuando los gusanos carcomen tu piel cada día?

I have nothing without you...
Trato de sobrellevar esta noche
Pero la soledad que me embriaga parece destruir mis huesos,
Tus besos todavía corren por mis venas
Pero mi sangre parece evanescente sabiendo que tu amor no volverá a ella.

En el frío ocaso de tu pasión
Me parece oírme gritar por tu amor
Pero el aullido de tu indiferencia esconde mi voz,
Estoy otra vez como al inicio,
Desnuda y magullado sobre un camino sombrío.

Las rosas aún yacen sobre la mesa
Pero aquello que una vez significó amor
Hoy es tan solo un símbolo de tristeza.

No sirve de nada alargar este momento
El dolor no será menos por que perdure algo más este último encuentro,
Entrégate a los brazos de Morfeo a descansar
Que gracias a Eris en los de Dionisio me voy a refugiar,
El vino me ayudará a olvidarte
O al menos amortiguará las heridas de las llamas que este amor me cause.

martes, 15 de noviembre de 2011

Luna

-Hermosa, ¿no?
-Sí, lo es, pero no es necesario que le hables, la luna es una compañera fiel pero silenciosa y a diferencia de ella, yo no estoy ausente. ¿De qué le hablabas?.
-Le preguntaba de tí.
-¿De mí?
-Sí, de tí.
-¿Y qué te respondió?
-No lo hizo, pese a que conoce todos los secretos de mi corazón se rehúsa a hablarme de los tuyos, es muy fiel y muy silenciosa también.
-No es necesario que te responda ella, pregúntame a mí.
-¿A tí?
-Sí, a mí.
-Bueno, si es así, dime, ¿por qué estás aquí?
-Por tí.
-Dije por qué no por quién.
The secret inside
-Por que te quiero.
-Ajá... y.. ¿Qué es lo que esperas de mí?
-Nada, si esperara algo mi amor no sería sincero.
-¿Qué es lo que buscas?, ¿Qué es lo que quieres?
-Nada!, vamos, ¿Qué te ocurre, por qué te portas así?
-Por que si no buscas, ni esperas, ni quieres nada... terminarás por irte, al igual que todos, al igual que mamá.
-Yo no te dejaré, te lo juro,  jamás, yo no soy "mamá".

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Alessandra y Yo

Todos tenemos una historia que contar, ¿no?, bueno, esta es la mía... O al menos la de mi comienzo.
Damian despertó suavemente luchando por abrir los ojos con toda aquella luz pugnando por atravesar su cuerpo, se veía muy lindo recostado en aquella camilla sin terminar de recordar lo que pasó, siempre lucía bien hasta que hablaba...
Lo saludé acariciando su frente mientras con total indiferencia me devolvía el saludo.

Sabes, quiero decirte algo - le dije


She looks at me, knows I'm in his hands.
El asintió con la cabeza

-          Anoche... anoche conocí a alguien en medio de tu pelea
-         ¿Ah sí?, - rió - debe ser broma, quién se te acercaría (?)
-          La chica de ayer por ejemplo (?) - pensé, lo miré un par de segundos en silencio antes de continuar - Sí... Conocí a alguien muy agradable e inteligente, de aquellas de las que cualquiera se puede enamorar
-          ¿De aquellas?, ha!, ahora eres lesbiana(?), no sirves ni para inventar una buena historia. ¿Se supone que debería estar celoso de ella?
-          Damian...
-         ¿Damian qué?

Me mantuve callada tratando de no perder el valor mientras recordaba la huella morada que hace poco había desaparecido de mi rostro

Ya habla!, en ese estado no puede hacer nada

-          Es una chica muy tierna y dulce, es muy parecida a mí la verdad, de mi tamaño, ojos grises, cabello negro, piel blanca, además de ser una hermosura de persona, huh... ella me mata... en realidad me gusta, mucho...
-          La mirada de él cambió y pude ver cómo me observaba celoso y su cejo se fruncía contra mí - ¡No me importa cómo se a ella, no la quiero cerca de ti! - me ordenó
-          Di un par de pasos hacia la ventana respirando lentamente mientras me esforzaba en mantener el coraje - Alessandra estuvo viviendo con alguien hasta que ella la abandonó por un hombre, bueno eso parecía al principio, con el tiempo ese tipo demostró ser un energúmeno total... fue un grave error que ella la olvidara por él.
-          Te dije que no me importaba - contestó - Natalie, te ordeno que no la vuelvas a ver (!), ¿entendiste?
-          Yo tengo claras las cosas, el que no entender eres tú, siempre me haces de menos e incluso has llegado a golpearme y ayer cuando iniciaste esa absurda pelea...  ni siquiera lo hiciste por mí sino por puro orgullo de macho herido.
-          ¡No me hables así Natalie!, tú no eres nadie para tratarme como si fuera tu igual, tu lugar es la cocina no los reclamos ni la voz de mando (!), ¿Te entra eso o tengo que simplificarlo para ti?
-          No, sabes, me queda muy claro, mi lugar no es este pero tampoco es aquí, ya me cansé de ti y tus arrebatos (!), te voy a dejar para irme con ella.
-          Si sales por esa puerta no te dejaré volver
-          Yo no regresaré
-          ¡No tienes el valor!
-          Adiós Damian

Yo salí del cuarto de hospital mientras el gritaba miles de amenazas y maldiciones.

Al llegar al apartamento me dejé caer en la cama llorando sin parar, no podía creer lo que había hecho, lo había dejado, agarré mis cosas y bajé a la portería, hablé con Mario, el de mantenimiento y le pedí que le entregara las llaves al dueño y que todo lo que no me llevara ese día lo podía botar, regalar, vender y quedarse con el dinero o lo que fuera que desease. 

-          ¿Y Damian?
-          No te preocupes por él, va a venir por aquí a pedir sus cosas pero mándalo a volar
-          ¿A volar?
-          Claro, dile que no sabes nada, porque yo le diré lo mismo
-          ¿Y si me reclama por la pérdida o llama a la policía?
-          Mira, te voy a dejar una carta firmada con la copia de mi cédula, si alguien te hace problema di que entregaste el departamento por orden mía.
La escribí lo más rápido que pude y se la entregué
-          ¿Natalie Alessandra?
-          Si Mario, ¿por?
-          No, por nada, es solo que no sabía que se llamara así señorita
-          Jajá, está bien, buena suerte Mario, que te vaya bien

Me fui hacia la salida del edificio y me paré frente al espejo de la estancia

Tranquila preciosa, ahora estaremos bien.

Acomodé mi cabello negro y limpié el delineador negro que había resbalado por las lágrimas bajo mis ojos grises.

Lo juro Alessandra 

Fue lo último que me prometí a mí misma antes de salir.
Desde ese día no lo he vuelto a ver a Damian ni tampoco he tenido una relación de verdad pero hace algo más de una semana conocí a un chico, creo que en verdad me quiere, es algo mayor que yo pero de todos modos hoy tengo una cita con él.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sin tí

Triste manía vivir bajo tu sombra,
Patética mi angustia cuando te veo salir,
El miedo de que tu alma me rechace me destroza,
El terror de perder tu amor no me permite dormir.

Deambulo por el camino que antes recorría de tu mano,
Aun que duela es mejor...
El sendero luce más escabroso sin tí a mi lado,
Tus labios ya no me besan,
Tus manos ya no me tocan,
Tu alma ya no me busca...
Tus ojos me ignoran.

El peligroso efecto de tu indiferencia desgarra mis sentidos,
Me mata saber que ni tu desprecio he merecido,
Saber que desvías la mirada cuando me vuelvo hacia ti,
Notar que cuando tocas mi mano ya no me puedes sentir.

Tus labios nunca más despertarán mi ser
Pero agradezco que por fin lo haya podido entender,
Ya has sufrido suficiente, no te puedo retener, el dolor de tu rostro me obliga a acceder...

Decir adiós es algo que hace mucho debí hacer.

domingo, 30 de octubre de 2011

No quiero

Detesto no poder oír más allá de tus palabras
Ni poder ver que hay tras lo que muestras,
Me lastima sentir lo que deseas
Me duele que te comportes como si no lo supieras.

Cuando fue la última vez que me besaste sin más?
Cuando fue la última vez que me abrazaste sin pensar?
Me pierdo entre tus labios y no logro averiguar
Cuando es que estás fingiendo y cuando me amas de verdad.

No quiero seguir sintiendo que soy un juguete más
No quiero seguir pensando que solo te sirvo para adornar,
Quiero que volvamos a ser lo que no somos más
Quiero que vuelvas a sentir lo que por mí ya no sentirás jamás.
Detesto estar sola aún cuando estás conmigo...

Me sujeto a tus caderas como una niña que no puede respirar
Me deshago en tus brazos mientras grito por un sentimiento real,
Quiero creerte cuando dices que me amas
Aunque sé que es agarrarme a la irrealidad
Y pretendo no ver consciente de que me engañas
Sabiendo que es asirme a la falsedad,
Sigo tratando de no oír tus palabras cuando perdidas se les escapa la verdad,
Intento ignorar tu cuerpo pugnando por arrastrarme a la realidad,
Insisto en aferrarme a un mundo que solo puedo imaginar
Y aunque sé que tu alma es de ella no me resigno a dejarte escapar.