jueves, 1 de diciembre de 2011

El dulce beso de la muerte


A Dark Angel comes to me...
Mis párpados pesan, mi voz tiembla,
Mi corazón se estruja y mi alma llora a alaridos.
Tendida en la cama y con el corazón sangrando
Me pregunto si merezco tu adiós,
Grito al cielo por una respuesta, ruego al infierno por un favor,
Pero el silencio me supera,
Esta oscuridad nubla mi vista y apaga mi voz,
Ya no me queda otra salida,
La que se despide ahora soy yo.

Las tinieblas llenan mi habitación
Mientras espero a mi ángel desolador:
Baja del cielo como una luz, combate contra el fantasma de tu voz,
Debo estar perdiendo la razón,
O tal vez la tibieza de su piel esté perturbando mi ser.

Es un pecado, yo lo sé, pero el sabrá entender,
El veneno de su recuerdo desgarra mi conciencia,
Es más grande que mi fuerza toda esta tristeza.

De rodillas frente a él le ofrezco mi ser,
Sus alas como cuchillos cortan mi piel,
Mi sangre se derrama... sus labios me expían, me llenan de fe,
Mi vida comienza a desvanecerse al igual que él,
La luz escapa, la oscuridad vuelve a aparecer,
Me sorprende lo efímero de esta dolencia,
Ahora ya ni siquiera me importa su ausencia,
Ya no tengo pasado, ya mi ser no pena,
Tus recuerdos desaparecen mientras mis ojos se cierran.

¡El éxtasis de un alma evanescente!

¡La dulzura del beso de la muerte!

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